La EFSA ha publicado un informe que recopila los diferentes tipos de tecnologías “ómicas” (genómica, proteómica, metabolómica y transcriptómica) con el fin de analizar las posibles aplicaciones futuras para la Evaluación de Riesgos. El informe concluye que estas tecnologías pueden presentar desafíos metodológicos complejos para la Evaluación de Riesgos, a la vez que oportunidades para la identificación de Riesgos Emergentes.

Las técnicas “ómicas” se basan en el análisis de un gran volumen de datos y se valen de la bioinformática y de técnicas rápidas y automatizadas de alto rendimiento para integrar la información de forma coherente. Estas técnicas están muy consolidadas como herramientas de investigación, ya que han permitido el estudio en profundidad de procesos celulares y moleculares y el creciente entendimiento de los sistemas biológicos a nivel molecular.

El informe recién publicado consta de dos partes. La primera describe las diferentes técnicas "ómicas" y la segunda analiza su posible aplicación en Evaluación de Riesgos, tanto químicos como microbiológicos. Para ello, se han revisado más de 300 artículos científicos que revelan las siguientes aplicaciones de estas técnicas en Seguridad Alimentaria:

  • Riesgos químicos: detección de sustancias químicas toxicológicas, búsqueda de biomarcadores de exposición y estudio de su modo de acción.
  • Riesgos microbiológicos: detección de los factores de virulencia, de genes de resistencia y de la diversidad genética de los microorganismos. No obstante, sigue siendo un reto la disponibilidad de bases de datos de información genómica que puede predecir el comportamiento de una cepa.

Como conclusión, la técnica relevante más prometedora para su aplicación en la Evaluación de Riesgos es la secuenciación del genoma completo, ya que permite la atribución de fuentes en caso de brotes. Igualmente, la combinación de genómica y epidemiología se convierte en un gran desafío para la detección temprana de riesgos emergentes.

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