Los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), conocidos internacionalmente por su acrónimo inglés POPs (Persistent Organic Pollutants), son sustancias químicas con ciertas características especiales (persistencia, bioacumulación y toxicidad) que les confiere la potencialidad de ser una amenaza importante para la salud humana y el medio ambiente a nivel mundial. Es por ello, que la Comunidad Internacional ha dado pasos importantes para su regulación y control en las últimas décadas.

En este artículo se explican las estrategias diseñadas a nivel global para reducir la presencia de COPs.

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