La Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) ha clasificado el bisfenol A (BPA) como sustancia de muy alta preocupación (SVHC), a propuesta de la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, Medio Ambiente y Salud Ocupacional (ANSES).

Esta nueva clasificación viene motivada por las propiedades tóxicas para la reproducción descritas para el bisfenoal A, y por ser un disruptor endocrino que causa efectos graves para la salud humana y que generan un nivel equivalente de preocupación por las sustancias cancerígenas, mutagénicas y/o tóxicas para la reproducción (categoría 1A o 1B).

Esta clasificación se enmarca en el Reglamento 1907/2006 de Registro, Evaluación, Autorización y restricción de Sustancias y Mezclas Químicas (REACH), cuyo objetivo es mejorar la protección de la salud humana y el medio ambiente frente al riesgo que puede conllevar la fabricación, comercialización y uso de sustancias y mezclas químicas.

Como consecuencia directa de la identificación de la BPA como SVHC, los agentes de la industria deben notificar a la ECHA la presencia de bisfenol A en todos los productos alimenticios importados o fabricados y también deben informar a los compradores cuando los envases lo contengan. La inclusión de bisfenol A en la lista de sustancias SVHC significa que su utilización puede ser limitada y está sujeta a la concesión de una autorización temporal renovable.

Evaluación de la ANSES

En febrero de 2017, la ANSES evaluó la exposición a Bisfenol A a través del consumo de alimentos de origen animal no envasados, con las siguientes conclusiones:

  • Disminución de los niveles de contaminación, en particular en la carne, en comparación a las muestras recogidas entre 2007 y 2009 (ANSES, 2013). La contribución de la carne a la exposición dietética total de las mujeres embarazadas y niños era hasta tres veces menor que en las estimaciones anteriores.
  • No obstante, los valores de referencia toxicológicos se superaban en el grupo de mujeres embarazadas, por lo que el riesgo para este grupo de la población no puede ser descartado.
  • Algunas muestras de alimentos de origen animal no envasados mostraron altos niveles de contaminación, lo que indica que la contaminación pudo ser ambiental o pudo ocurrir durante la producción de alimentos. Sin embargo, debido a que la información de dichas muestras no era suficientementeprecisa, no se identificaron las fuentes de contaminación de estos productos alimenticios.
  • Recomendación de analizar la presencia de Bisfenol A en las diferentes etapas de preparación de estos productos alimenticios de origen animal no envasados, es decir, desde el matadero hasta los puntos de venta (supermercados, carnicerías, plantas de corte, etc.).

Tras dichas conclusiones, la Agencia Francesa presentó la propuesta a la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) para clasificar el bisfenol A (BPA) como sustancia de muy alta preocupación (SVHC), propuesta que ha sido aceptada por el Comité de los Estados miembros de la ECHA.