La EFSA ha actualizado las directrices de comunicación de riesgos, con el objetivo de proporcionar a los gestores de riesgo un marco común para el diseño de estrategias de comunicación en la variedad de situaciones que pueden ocurrir en Seguridad Alimentaria.

Herramientas y Canales de comunicación

Según sea el objetivo de comunicación y el público al que vaya dirigida la comunicación, se deberán identificar y seleccionar las herramientas y canales más adecuadas.

El documento analiza los cambios en el panorama comunicativo y revisa las diferentes herramientas y canales de comunicación disponibles (notas y ruedas de prensa, publicaciones impresas, publicaciones digitales, consultas públicas, redes sociales, blogs, etc.). Finalmente, establece pautas de utilización de cada una de ellas, según la situación de comunicación frente a la que nos encontremos.

Aprendiendo de experiencias

Mediante ejemplos recientes en Europa, que muestran el uso efectivo de los diferentes canales y herramientas de comunicación, se comparten experiencias y lecciones aprendidas, lo que proporciona una información valiosa del manejo de los aspectos más significativos de comunicación (apertura, transparencia, independencia y rapidez en la capacidad de respuesta).

Los ejemplos abordan tanto la comunicación proactiva (ej. Zoonosis o Campaña del consumo de sal), como la comunicación reactiva (ej. Evaluación del riesgo de clonación animal o Plomo en la carne de Caza) y varias situaciones de crisis vividas recientemente (ej. Fiebre Q en los Países Bajos o Crisis de las Dioxinas en Irlanda).

MARCO PROPUESTO

El documento propone un marco básico en el que situar los diferentes enfoques de comunicación, estableciendo cinco niveles diferentes de comunicación:

  1. Bajo Impacto en la salud pública / Bajo interés público (ej. Aditivos en alimentación animal)
  2. Bajo Impacto en la salud pública / Alto interés público (ej. OGM)
  3. Impacto medio en la salud pública / Interés público medio(ej. Consumo de sal)
  4. Alto Impacto en la salud pública / Bajo interés público (ej. Contaminación por Salmonella)
  5. Alto Impacto en la salud pública / Alto interés público (ej. Brotes de Escherichia coli)

Para cada una de las categorías, la forma de proceder y los medios utilizados deberán ser diferentes. Por ejemplo, cuando el impacto en la Salud Pública o el interés público sean bajos EFSA recomienda aumentar la transparencia y la apertura, y cuando el impacto en la Salud Pública o el interés público sean altos, la comunicación deberá ser más pro-activa.

Recomendaciones prácticas

A la hora de desarrollar una estrategia de comunicación y de priorizar los recursos para ello, la EFSA considera imprescindible analizar y tener en cuenta los factores que influyen en la percepción del riesgo, como el nivel de riesgo, la naturaleza del peligro, la población afectada y el grado de afectación, el nivel de exposición de la población, la capacidad para controlar el riesgo y otros factores como si es un peligro nuevo o desconocido, si hay opiniones científicas o políticas divergentes o cuál es la opinión pública al respecto.

Del mismo modo, y con el objetivo de llevar a la práctica los principios básicos de comunicación, la EFSA recomienda:

  • Publicar de todos los documentos clave relacionados.
  • Traducir la ciencia y hacerla comprensible para que las publicaciones sean más útiles.
  • Comunicar tan pronto como sea posible, sin dilatarse en el tiempo.
  • Fomentar el diálogo entre evaluadores y gestores desde el inicio, para saber en qué términos ha de realizarse la evaluación y qué debe contener.
  • Promover el diálogo con todos los grupos de interés para conocer las necesidades y preocupaciones de todas las partes interesadas.
  • Reconocer y comunicar las incertidumbre, y qué se está haciendo para abordarlas.

Proven recipes for Risk Communications "when food is cooking up a storm" (EFSA)