Con el objetivo principal de mejorar la Seguridad Alimentaria en los hogares, el proyecto europeo SafeConsumE “Alimentos más seguros cambiando el comportamiento de las personas consumidoras” ha realizado recientemente tres estudios sobre los conocimientos de Seguridad Alimentaria, las fuentes de información de confianza, la higiene en la cocina y las actitudes en torno a la compra de alimentos de la ciudadanía.

La conclusión principal del estudio ha sido que las personas consumidoras deberían modificar sus hábitos para disminuir la exposición a los patógenos responsables de las enfermedades transmitidas por los alimentos, por lo que se recomiendan campañas de sensibilización.

Primer estudio

El primer estudio analiza los resultados de una encuesta sobre la Seguridad Alimentaria en los hogares en diez países europeos, con el fin de determinar las motivaciones de los ciudadanos europeos en relación a la higiene en la cocina. Según la encuesta, el 73 % limpian sus encimeras y tablas de cortar después de utilizarlas, el 53 % antes de preparar los alimentos y el 43 % cuando están sucias. Respecto a la motivación para limpiar, la rutina asume un papel muy importante sobre todo para las personas mayores de 65 años.

Para comprobar si los restos de alimentos que pueden contener bacterias nocivas son visibles en las superficies de la cocina, el personal investigador derramó restos de pollo, huevo y lechuga sobre las encimeras y las tablas de cortar. Se pudieron detectar más fácilmente los restos sobre superficies laminadas o de piedra que sobre madera o plástico. Además, las bacterias «Campylobacter» murieron antes que las «Salmonella», que sobrevivieron durante al menos una semana sobre las encimeras laminadas.

La conclusión a la que llegaron los investigadores fue que utilizar materiales que facilitan la visualización de los restos sobre las superficies de la cocina podría motivar a los consumidores a limpiarlas con mayor frecuencia y así reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.

Segundo estudio

El segundo estudio investigó el conocimiento acerca de los peligros de los alimentos, la concienciación sobre alimentos con etiqueta de certificación y las fuentes fiables de información.

Estos hallazgos revelaron que la mitad de las personas consumidoras no son conscientes de peligros químicos como las micotoxinas y de patógenos como «Campylobacter» y «Listeria», pero consideran peligrosos los aditivos alimentarios y los organismos modificados genéticamente.

Respecto a las fuentes de información, aunque consideran que los libros científicos son de confianza, principalmente obtienen la información de familiares y medios de comunicación.

Tercer estudio

El foco del tercer estudio fue analizar la relación entre los conocimientos sobre Seguridad Alimentaria, las actitudes hacia la compra de alimentos y los hábitos de Seguridad Alimentaria en la cocina de la ciudadanía rumana.

La encuesta mostró que las personas consumidoras con niveles más altos de conocimiento sobre Seguridad Alimentaria poseen una mejor actitud hacia las prioridades de compra de alimentos y adoptan prácticas adecuadas de seguridad alimentaria durante la manipulación de alimentos en sus cocinas.

Recomendaciones generales

Teniendo en cuenta los resultados de los 3 estudios, SafeConsumE recomienda realizar campañas de sensibilización que hagan hincapié en las posibles fuentes de contaminación y las prácticas que podrían prevenir la contaminación cruzada con el fin de mejorar la seguridad alimentaria en los hogares.