La infección por Cronobacter (Enterobacter sakazakii) causada por el consumo de leche en polvo contaminada es relativamente rara aunque muy grave en recién nacidos. La prevención de la infección por este y otros organismos, requiere cuidado en la producción/fabricación de la fórmula del producto, así como la forma en que es re-constituida y posteriormente manipulada antes de su consumo.

Existen procedimientos para preparar y utilizar la leche en polvo en el hogar con seguridad a disposición de los padres, pero su correcta ejecución puede estar influenciada por las actitudes de los padres y su percepción ante este riesgo.

La FSA ha realizado un estudio para determinar las prácticas y la percepción del riesgo de los responsables de la preparación y almacenamiento de estos preparados en el Reino Unido.

Las principales conclusiones del estudio son las siguientes:

Prácticas de preparación, manipulación y almacenamiento dentro y fuera del hogar:

  • Existen diversidad de métodos para la preparación, manipulación y almacenamiento de los preparados en polvo dentro y fuera del hogar. En todos, se utilizó la preparación con agua hirviendo, observándose que había métodos/prácticas no conformes con la orientación actual del Departamento de Salud y la FSA.
  • La reconstitución de la leche en polvo con antelación a su consumo, es una práctica común. El 35-40% de los padres, preparaba con tiempo la leche para después almacenarla, en vez de reconstituirla inmediatamente antes de consumir. Hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo se almacena la leche, más posibilidades de crecimiento microbiológico, sobre todo, si no se almacena a una temperatura adecuada.
  • Muchos padres informaron de estar concienciados de las recomendaciones actuales para preparar una toma por vez y su consumo inmediato. Casi todos los padres y cuidadores consideran esto difícil de implementar. Además, no se entendía por qué se recomendaba preparar los alimentos en el momento de consumir, ya que en el pasado se consideraba aceptable prepararlos con antelación.
  • Las malas prácticas de limpieza observadas más comunes fueron la falta de enjagüe en todos los biberones y los componentes después de lavar con agua caliente y detergente. Además, casi todos (90 %) de los padres no limpiaron adecuadamente el interior y el exterior del tapón de rosca, en las afueras de la tetina y en todo el cuello del biberón. El tapón de rosca y el cuello de biberón son lugares clave para albergar residuos de alimentos y microorganismos si se limpian inadecuadamente.
  • La mayoría de los padres y cuidadores tiene la opinión de que reconstituir el preparado con agua hirviendo a más de 70 º C era complicado. Enfriar el agua durante 30 minutos era la práctica más común.

Prácticas a la hora de la preparación de la fórmula infantil en polvo, la manipulación y almacenamiento en hospitales:

  • En los departamentos de maternidad, en las unidades neonatales, de cuidados especiales y departamentos pediátricos, se utilizan principalmente los preparados listos para reconstituir y los preparados listos para consumir (en botellas de vidrio).
  • Las enfermeras consideraban que el preparado era seguro, una vez abierto durante períodos largos de tiempo (> 4 horas).

Percepción del Riesgo microbiológico asociado con los preparados en polvo para lactantes:

  • La falta de conocimiento y la despreocupación hacia los peligros microbiológicos quedo patente entre padres, personal de guardería y en menor medida, los médicos. Casi el 75% de los padres y 45-77% de los cuidadores cree que la fórmula en polvo para lactantes es un producto estéril antes de ser abierto (falso).
  • Entre los padres, existe confusión sobre algunos aspectos, como por ejemplo, la duración del tiempo de almacenamiento una vez abiertos los envases que contienen los preparados y las fórmulas reconstituidas.

Enterobacter sakazakii – FSA
Ficha Cronobacter-ELIKA