Disruptores endocrinos: cambios en su exposición (2002-2024)
Este informe, publicado por la FAO, resume las evidencias científicas publicadas en torno a las tendencias en la exposición humana a determinados disruptores endocrinos, entre los años 2002 y 2024.
La principal conclusión del informe es que las medidas voluntarias de la industria y las restricciones reglamentarias en la fabricación y el uso de sustancias químicas han funcionado como medida de reducción de la exposición a estos compuestos.
Si bien todos estos mecanismos han sido eficaces para reducir la exposición, no la han eliminado.
Pasamos a detallar las conclusiones del estudio por grupo de compuestos:
Compuestos organoclorados
La fabricación y el uso de muchos compuestos organoclorados (ej; el DDT) cesaron en la década de los 80 y todos los estudios del informe han demostrado que el contenido de estos compuestos en los animales destinados a la producción de alimentos y en la exposición humana sigue disminuyendo, salvo en los países en los que, excepcionalmente, se sigue utilizando como medida excepcional.
Éteres de difenilo polibromados (PBDE)
Este grupo de compuestos en concreto son difíciles de evaluar dada su complejidad y el alto número de compuestos que conforman este grupo. En la Unión Europea, está prohibido o restringido el uso de estos retardantes de llama; sin embargo, debido a su persistencia en el medio ambiente pueden encontrarse en diferentes medios. En los PBDEs sujetos a restricciones, se ha observado una disminución en la exposición, pero existen muchos otros compuestos del mismo grupo, sin referencias científicas y sin limitaciones legales.
Ftalatos
Si bien existen variaciones entre estudios científicos analizados, en general hay evidencia sólida que demuestra que la exposición humana a ftalatos de bajo peso molecular disminuyó durante el período de este informe. Sin embargo, en algunos estudios, la disminución en la exposición no fue evidente hasta la entrada en vigor de medidas regulatorias en Europa en 2013.
Bisfenoles
A nivel mundial, parece que la exposición al BPA disminuyó antes en Asia que en Europa y América del Norte. Si bien la mayoría de los estudios han demostrado una disminución de la exposición al BPA, a menudo no es una disminución significativa.
Parabenos, triclosán y benzofenonas
Si bien los niveles de uso de estas sustancias químicas en productos cosméticos y de consumo están regulados en algunos países, su uso no ha sido prohibido. La disminución observada en la exposición a estos compuestos, en particular en el caso de los parabenos y el triclosán, probablemente sean resultado de la presión pública y de las respuestas de los fabricantes a esa presión (Etiquetado “Libre de Parabenos”).
No es sorprendente que la mayoría de los estudios que han estimado las tendencias en la exposición a la benzofenona-3 (BP-3) hayan informado de un aumento significativo ya que BP-3 actúa como filtro para las radiaciones UV, un ingrediente comúnmente utilizado en las cremas de protección solar. Más aún cuando muchos países han puesto en marcha programas activos contra el cáncer de piel fomentando el uso de protectores solares.
Alquil Fenoles
Solo se identificaron dos estudios que consideraron las tendencias en la exposición humana a estos compuestos. Los dos estudios, uno en Alemania y otro en Japón, indicaron disminuciones en la exposición humana a estos fenoles después de 2012.
Sustancias Perfluoroalquiladas PFAS
La exposición humana a los PFAS de cadena más corta (PFOA, PFOS, PFHxS) parece haber disminuido entre el 2.000 y 2.008. Sin embargo para los PFAS de cadena más larga no existen evidencias claras de descenso y, por el contrario, sí que existen algunas evidencias que muestran un ascenso en la exposición a estos compuestos. Hay relativamente pocos estudios sobre las tendencias en la exposición a los PFAS de los animales destinados a la producción de alimentos y los estudios disponibles no emiten resultados claros sobre si la exposición está aumentando o disminuyendo.
Fitoestrógenos
Solo se encontraron dos fuentes de información sobre las tendencias en la exposición a los fitoestrógenos, en particular las isoflavonas de soja, la daidzeína y la genisteína. Hay poca evidencia de tendencias en la exposición a estas sustancias químicas. Los datos de la NHANES sugieren una mayor exposición a la daidzeína. Esto puede deberse al mayor uso de productos de soja en alimentos procesados.
Incertidumbres
El informe no recoge todos los Disruptores Endocrinos identificados y en algunos casos las sustancias a estudio no cuentan con evidencias científicas suficientes como para emitir un dictamen estadísticamente significativo.