El futuro de la Alimentación y la Agricultura: impulsores y detonantes para su transformación

La FAO ha publicado un informe cuyo objetivo es inspirar el pensamiento estratégico y las acciones para transformar los sistemas agroalimentarios hacia un futuro sostenible, resiliente e inclusivo. Este informe supone un ejercicio integral de prospectiva estratégica corporativa que ha alimentado el Marco Estratégico de la FAO 2022-2030.

El informe analiza los impulsores de los sistemas agroalimentarios y explora cómo sus tendencias podrían determinar futuros alternativos de los sistemas agroalimentarios, socioeconómicos y ambientales. La principal conclusión del informe es que aún es posible impulsar los sistemas agroalimentarios a lo largo de un patrón de sostenibilidad y resiliencia, si los detonantes clave de la transformación se activan adecuadamente. Sin embargo, las opciones de políticas estratégicas para activarlos tendrán que esquivar los intereses creados, las agendas ocultas y los objetivos en conflicto, así como compensar los logros insostenibles a corto plazo por la sostenibilidad, la resiliencia y la inclusión a más largo plazo.

Con el fin de desencadenar los procesos de transformación necesarios, se deben analizar los siguientes impulsores de los sistemas agroalimentarios y conocer cómo interactúan entre ellos, para poder equilibrar y modificar sus patrones:

A. Impulsores generales

• Dinámica demográfica y urbanística
• Crecimiento económico, transformación estructural y estabilidad macroeconómica
• Interdependencias entre países
• Big Data: generación, control, uso y propiedad
• Inestabilidad geopolítica y aumento del impacto de los conflictos
• Riesgos e incertidumbres

B. Impulsores que afectan al acceso a los alimentos y los medios de subsistencia

• Pobreza rural y urbana
• Desigualdades
• Precios de los alimentos

C. Impulsores que afectan a los procesos de producción y distribución de alimentos

• Innovación y ciencia
• Inversión pública en los sistemas agroalimentarios
• Intensidad de capital e información de la producción
• Concentración del mercado de insumos y productos

D. Impulsores relacionados con los sistemas ambientales

• Patrones de consumo y nutrición
• Escasez y degradación de los recursos naturales
• Epidemias y degradación de los ecosistemas
• Cambio climático
• Economías oceánicas sostenibles

En el informe se analizan y exploran cuatro escenarios y sus posibles implicaciones para el futuro de los sistemas agroalimentarios:

1. Más de lo mismo: Eludir las reacciones a eventos y crisis, mientras se hacía lo justo para evitar colapsos sistémicos, condujo a la degradación de la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios y a malas condiciones de vida para un gran número de personas, aumentando así la probabilidad de fallos sistémicas a largo plazo.
2. Futuro ajustado: Se desencadenaron algunos movimientos hacia sistemas agroalimentarios sostenibles en un intento por alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 y se obtuvieron algunas mejoras en términos de bienestar, pero la falta de sostenibilidad general y resiliencia sistémica dificultó su mantenimiento a largo plazo.
3. Carrera de fondo: Decisiones gravemente mal incentivadas llevaron al mundo a la peor versión de sí mismo tras el colapso de partes sustanciales de los sistemas socioeconómicos, ambientales y agroalimentarios con consecuencias costosas y casi irreversibles para un gran número de personas y ecosistemas.
4. Compensación por la sostenibilidad: La sensibilización, la educación, el compromiso social, el sentido de la responsabilidad y la participación desencadenaron nuevas relaciones de poder y cambiaron el paradigma del desarrollo en la mayoría de los países. El crecimiento del PIB se compensó con la inclusión, la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, socioeconómicos y ambientales.

Con el fin de ilustrar las opciones de políticas estratégicas, se identificaron cuatro palancas de cambio para explotar los factores impulsores y abordar los desafíos futuros para lograr la Agenda 2030 y mover los sistemas agroalimentarios a lo largo de patrones de sostenibilidad y resiliencia:

• Instituciones y gobernanza
• Sensibilización de las personas consumidoras
• Distribución del ingreso y la riqueza
• Tecnologías y enfoques de innovación

Este informe de prospectiva estratégica corporativa obliga a prepararse estratégicamente para diferentes perspectivas, incluidas las consideradas más pesimistas. Los procesos de transformación requerirán compromiso, persistencia y perseverancia a largo plazo, así como abordaje de las ventajas y desventajas que se han destacado en este informe. Todos ellos merecen un análisis más profundo a través de un enfoque holístico para orientar acciones contextualizadas.

Finalmente, el informe concluye con una serie de mensajes clave para lograr la transformación de los sistemas agroalimentarios, entre los que se pueden destacar los siguientes:

• Se necesita una gobernanza global para los problemas compartidos a nivel mundial.
• Todos los países, comenzando por los más ricos, deben comprometerse a implementar cambios estructurales fundamentales y asumir sus costos.
• Se necesita un cambio de mentalidad, ya que el escenario «más de lo mismo» llevará al mundo al punto de no retorno.
• Los sectores agroalimentarios son clave, pero ya no son suficientes por sí solos para garantizar el desarrollo sostenible y el acceso equitativo a los alimentos.
• La pandemia de COVID-19 y el surgimiento de nuevos conflictos revelan las fragilidades de los sistemas agroalimentarios, pero las lecciones aprendidas podrían desencadenar cambios positivos.
• Las innovaciones tecnológicas son parte de la solución, siempre que las nuevas tecnologías y enfoques también sean accesibles para los países más vulnerables.
• Inmensas masas de datos digitales y capacidades analíticas sin precedentes podrían desencadenar la transformación de los sistemas agroalimentarios, aunque esto no está libre de peligros potenciales.
• Durante la transición hacia la sostenibilidad, es probable que aumenten los precios de los alimentos. Sin embargo, la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria aún pueden ir de la mano si se persigue una distribución más equitativa de los ingresos y la riqueza.
• Una mejor producción parte de un consumo mejor, crítico e informado, pero también será inevitable producir más con menos.
• Los impulsores prioritarios clave de la transformación están disponibles y existen opciones de políticas estratégicas para activarlos.