Evaluación del riesgo de la contaminación de los alimentos con STEC para la salud humana

El panel de peligros biológicos BIOHAZ de EFSA ha revisado la patogenicidad de la Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC) y ha concluido que los aislamientos positivos para cualquiera de los subtipos de la toxina Shiga (Stx) pueden estar asociados con enfermedades graves como la diarrea sanguinolienta (BD) y el síndrome hemolítico urémico (SHU).

Aunque las cepas positivas para stx2 mostraron las tasas más altas, las cepas con todos los demás subtipos, o combinaciones de las mismas, también se asociaron con al menos un caso humano con un resultado clínico grave. En base a la evidencia disponible, se concluyó que todas las cepas de STEC son patógenas para las personas, capaces de causar al menos diarrea, y que todos los subtipos de STEC pueden estar asociados con enfermedades graves.

El análisis de atribución de la fuente basados en brotes evidentes sugiere que los siguientes grupos “carne de bovino y sus productos », “leche y productos lácteos”, “agua del grifo incluyendo agua de pozo” y “frutas y verduras” son las principales fuentes de infección por STEC en la UE / EEA, pero no se puede hacer una clasificación entre estas categorías ya que los datos son insuficientes. Otros productos alimenticios también están potencialmente asociados con las infecciones por STEC, pero en menor medida.

Se identifican lagunas a la hora de realizar la evaluación del riesgo para la salud humana y se deben principalmente a la falta de armonización en las estrategias de muestreo, a los métodos de detección y caracterización, a la recopilación de datos y a la homogeneización de informes en la UE.

Cabe destacar las limitaciones en los métodos actuales de detección de STEC en humanos, animales, piensos y muestras de alimentos, especialmente por la falta de sensibilidad para detectar STEC en muestras de alimentos y heces de animales.

Además, hay falta de conocimiento sobre las rutas de transmisión de las infecciones por STEC en humanos, así como ausencia de datos sobre la transmisión de persona a persona, la respuesta a la dosis y los perfiles de genes de virulencia en los aislados de STEC de alimentos, piensos y animales.

Se identifican lagunas a la hora de realizar la evaluación del riesgo para la salud humana y se deben principalmente a la falta de armonización en las estrategias de muestreo, a los métodos de detección y caracterización, a la recopilación de datos y a la homogeneización de informes en la UE.

• Desarrollar pautas nacionales en los Estados miembros (EEMM) para la detección y caracterización de STEC en muestras humanas
• Utilizar tecnologías de secuenciación de genoma completo (WGS) para caracterizar y tipificar las cepas aisladas de STEC
• Cambiar los objetivos en los Planes de Vigilancia de STEC para garantizar que los datos sean recopilados en los EEMM en todos los casos de STEC y no solo en los casos de SHU.
• Recopilar metadatos extensos (edad, estado inmunitario, tratamientos terapéuticos, historial médico, etc.) para cada paciente infectado con STEC
• Enviar todos los datos al ECDC y elaborar informes eficientes para su uso compartido en los EEMM.