El BfR ha realizado el presente estudio, que persigue un enfoque integral de extracción de datos, centrándose en el conocimiento actual sobre la presencia y los posibles efectos tóxicos asociados con la exposición oral a micro y nanoplásticos, especialmente a través de productos alimenticios y bebidas. Además, se ha llevado a cabo la caracterización de las partículas y la evaluación de la toxicidad in vitro de micropartículas de ácido poliláctico.

El objetivo final del estudio es proporcionar un base para la evaluación de riesgos e identificar las lagunas más importantes en este campo.

Riesgo

Los plásticos se utilizan de forma ubicua y se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana. La producción mundial de plásticos está aumentando, lo que en consecuencia está provocando que se liberen cantidades cada vez mayores de plásticos al medio ambiente. Actualmente no existe una legislación que regule el contenido de los microplásticos y nanoplásticos como contaminantes en los alimentos. Además, la falta de datos con respecto a la exposición y la toxicidad de dichas partículas impiden la evaluación del riesgo.

Fuentes de exposición humana

Recientemente, se ha abordado el tema de la exposición humana a partículas microplásticas y nanoplásticas y las posibles consecuencias toxicológicas provocadas por la presencia de microplásticos en los productos alimenticios. Además de la exposición alimentaria a través de alimentos y bebidas contaminadas con residuos de plásticos, deben tenerse en cuenta otras vías de exposición, como el aire y los cosméticos.

Resultados

Varios estudios han identificado microplásticos en productos alimenticios, como agua potable, bebidas, miel, mejillones y sal de mesa. De acuerdo con los datos publicados, no se pueden extraer conclusiones sobre la cantidad y composición de las micropartículas detectadas.

Existen algunos estudios de exposición oral que han investigado una pequeña fracción del amplio espectro de productos alimenticios, como matrices acuosas y/o simples tales como agua, cerveza o miel.

Además, en pescados y mariscos se dispone de algunos resultados, debido a la alta relevancia de las contaminaciones plásticas en los ecosistemas acuáticos.

Conclusión

A la vista de la falta de datos representativos sobre la presencia de microplásticos en diferentes grupos de alimentos, unido a que no existe una herramienta adecuada para cuantificar la exposición alimentaria a micro y nanoplásticos, no ha sido posible realizar una evaluación exhaustiva de la exposición vía alimentaria.