La OMS ha publicado tres fichas en las que describe los riesgos que supone la ingesta de las aflatoxinas y fumonisinas de forma individual, así como su exposición combinada, tanto para la salud humana como animal.

Exposición

En primer lugar, se hace referencia a que la principal vía de exposición a ambas micotoxinas es en el caso de aflatoxinas, a través de la ingesta de frutos secos, granos de café, arroz y especias, y en el caso de las fumonisinas, a través de  maíz y productos derivados.

La exposición es mucho menor en países desarrollados que en países en vías de desarrollo:

  • Aflatoxinas: < 1ng/kg pc/día en países desarrollados y > 100 ng/kg pc/día en países africanos.
  • Fumonisinas: 250 ng/kg pc/día en Europa, y 7.700 ng/kg pc/día en China

Toxicidad a largo plazo

  • Aflatoxinas: Son carcinogénicas, genotóxicas y mutagénicas.
  • Fumonisinas: No hay evidencia hasta la fecha de carcinogeneidad en personas, pero sí se considera que tienen el potencial de inducir la proliferación celular regenerativa en el hígado y riñón, causando cáncer en animales de experimentación.
  • Aflatoxinas + Fumonisinas: Se ha estudiado la co-exposición de ambas micotoxinas para analizar sus posibles efectos antagónicos, acumulativos o sinérgicos. Estudios con animales in vitro sugieren un posible efecto sinérgico de la co-exposición en el desarrollo de lesiones precancerosas o cáncer de hígado, pero actualmente hay pocos datos para apoyar dicho efecto en seres humanos. Otra posible interacción entre las aflatoxinas y las fumonisinas es en el retraso del crecimiento infantil, pero hay pocos datos que lo evidencien, aunque de forma individual, la exposición a largo plazo se ha correlacionado con el retraso del crecimiento en los niños. Con todo esto, se concluye que todavía no hay suficiente información sobre las interacciones aflatoxina-fumonisina para conocer el alcance de la co-exposición como un factor que afecte de sobremanera a la salud humana.

Control y Prevención

  • Aflatoxinas: Se pueden formar tanto antes como después de la cosecha, una vez que el hongo Aspergillus ha infestado el cultivo. Por tanto, el control para la reducción del riesgo debe ser con un enfoque integral en todas las etapas desde el campo hasta la mesa. Tal enfoque incluye prácticas de mejora de la resistencia de la planta hospedante y métodos de control biológico, además de tecnologías postcosecha como el secado y el almacenamiento adecuados de los frutos y granos afectados.
  • Fumonisinas: Se producen en el campo cuando el hongo Fusarium infesta los cultivos, antes de la cosecha. Por tanto, la medida de control principal para reducir el riesgo de desarrollo de fumonisinas en el campo es implementar buenas prácticas agrícolas como cultivos rotatorios, variedades adecuadas al suelo y clima, minimizando los factores que aumentan el estrés de la planta.

Por último, se establecen una serie de recomendaciones dirigidas a las personas consumidoras para reducir la exposición a ambas micotoxinas en el hogar.