El pasado 1 de septiembre, el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III confirmó la existencia de dos casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, los primeros diagnosticados en España. El primer caso era el de un paciente, ya fallecido, que fue atendido en un hospital de la Comunidad de Madrid. El segundo caso se trata de una mujer enfermera de la UCI que atendió a este mismo paciente.

Según la nota de prensa publicada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se está colaborando con la Comunidad de Madrid en todo lo relacionado con el caso. Asimismo, se ha activado el protocolo establecido por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y los mecanismos de coordinación con todas las comunidades autónomas.

El virus Crimea-Congo pertenece a la familia Bunyaviridae y es causante de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Este virus tiene un ciclo natural en garrapatas que actúan como vectores y cuyo reservorio principal son rumiantes silvestres y domésticos.

El virus se transmite al ser humano principalmente a través de garrapatas y por contacto con el ganado infectado (sangre o tejidos). Puede darse también una transmisión entre personas en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de los infectados.

La mayoría de los casos suelen darse en personas relacionadas con la industria ganadera, como trabajadores agrícolas, trabajadores de mataderos y veterinarios.

La enfermedad es endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia.

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