El Instituto Alemán de Evaluación de Riesgos (BFR) recomienda que se abstengan de servir bayas congeladas a grupos especialmente sensibles (personas de edad avanzada, bebes y niños pequeños) sin calentar suficientemente de antemano. El calentamiento a una temperatura interna de 90 ºC parece ser suficiente para inactivar completamente cualquier virus que pueda estar presente.

Según los conocimientos actuales, existe un alto riesgo de infección no solamente en las bayas frescas sino también en las bayas congeladas si se han calentado muy poco o de forma desigual, si están previamente contaminadas con norovirus. Un total de casi 11.000 casos de la enfermedad fueron reportados como parte de lo que ha sido hasta ahora el brote más grande de transmisión alimentaria de gastroenteritis en Alemania.

Las bayas pueden entrar en contacto con los norovirus en diferentes puntos de su producción, por ejemplo, mediante el riego inadecuado o la fertilización. Además, las personas infectadas con el norovirus pueden propagar el virus a los granos durante la cosecha o el envasado. En el caso de las bayas congeladas, el norovirus también puede entrar en contacto con las bayas a través del agua contaminada que se añade como parte del proceso de congelación.

Folleto BFR-Alimentos seguros: grupos especialmente vulnerables

ELIKA consumidor-Virus entéricos