La FAO ha publicado un nuevo documento sobre los efectos del Cambio Climático en la Seguridad Alimentaria, que pretende identificar y contextualizar, algunos problemas actuales y futuros que inciden en la inocuidad de los alimentos.

El cambio climático está causando daños sin precedentes en nuestro ecosistema; El aumento de las temperaturas, el calentamiento y la acidificación de los océanos, las sequías severas, los incendios forestales, los patrones de precipitación alterados, el deshielo de los glaciares, el aumento del nivel del mar y el número creciente de eventos climáticos extremos, tienen implicaciones directas e indirectas, sobre nuestro sistema alimentario.

Los peligros considerados en este informe son; los patógenos y parásitos alimentarios, la Resistencia Antimicrobiana, los blooms de algas, los plaguicidas, las micotoxinas y metales pesados (con especial énfasis en el metilmercurio).

Patógenos Alimentarios

La FAO identifica a los patógenos con dosis infecciosas bajas (virus entéricos, protozoos parásitos, Shigella spp., Escherichia coli enterohemorrágica, E. coli O157: H7) y aquellos que tienen una alta persistencia en el medio ambiente (Salmonella spp.) , como los más propensos a causar en un futuro, brotes de gran tamaño impulsados por las condiciones ambientales resultantes del cambio climático.

Un estudio realizado en varios países europeos, afirmaba que el aumento de 1 ° C en la temperatura ambiente semanal , daba como resultado un aumento del 5 al 10 % en los casos de salmonelosis.

Resistencia Antimicrobiana

Los patógenos transmitidos por el agua y los alimentos muestran cada vez más resistencia a los antibióticos de importancia clínica, incluidos Vibrio cholerae, Campylobacter spp., Listeria monocytogenes, Salmonella spp., Escherichia coli y Arcobacter spp.

El alto riesgo asociado a las zoonosis emergentes y las alteraciones en la supervivencia y transmisión de patógenos pueden conducir a un mayor uso de medicamentos veterinarios.

Esto podría causar , si no se atienden a las Buenas Prácticas, un aumento de residuos de medicamentos veterinarios en alimentos de origen animal.

Resistencia Antimicrobiana

El cambio climático actúa como un catalizador potencial en la intensificación de blooms de algas, lo que resulta en un riesgo potencial para el medio ambiente y la salud humana.

La eutrofización de las aguas y los cambios en los patrones de precipitación son factores clave en estas proliferaciones de algas.

Los productos agroquímicos como los fertilizantes nitrogenados, son parte del problema de la eutrofización:

Se estima que sólo el 42–47 por ciento del nitrógeno agregado en forma de fertilizantes a las superficies agrícolas acaba en los cultivos, mientras que el resto generalmente se pierde en el medio ambiente, donde puede llegar a aguas subterráneas.

Metales Pesados

La contaminación por metales tiene efectos adversos sobre los ecosistemas marinos y la salud humana. Los metales pesados de mayor preocupación para la salud pública son el plomo (Pb), el cromo (Cr), el cadmio (Cd), el mercurio (Hg) y el arsénico (As), que se consideran tóxicos sistémicos incluso a bajos niveles de exposición.

Se presume que las alteraciones en la intensidad de la lluvia, como resultado del cambio climático, influirán en la movilización de los metales pesados hacia ecosistemas marinos, al aumentar la escorrentía en suelos y la lixiviación de metales pesados.

En cuanto al mercurio, el aumento de la temperatura del agua marina facilita su metilación, lo que se traduce en una mayor exposición a Metil-mercurio (MeHg) en humanos.

Se ha estimado que las concentraciones de MeHg en diferentes especies de peces podrían aumentar entre un 3 y un 5 % por cada aumento de 1 ° C en la temperatura del agua.

Otros fenómenos como los incendios forestales y el deshielo del permafrost, haran también que se movilicen gran cantidad de mercurio

Plaguicidas

Aunque no existe evidencia científica concluyente que vincule directamente el aumento del uso de plaguicidas y el cambio climático, es razonable esperar que el cambio climático afecte al volumen de aplicación de plaguicidas y en consecuencia, tenga efecto en aguas subterráneas y por tanto en la salud humana.

Las temperaturas más cálidas fomentan tasas de crecimiento más rápidas en las plantas y sus plagas: insectos y otros organismos nocivos.

La viticultura es uno de los sectores que sufre los efectos de temperaturas más cálidas y la humedad, que promueven el crecimiento de infecciones fúngicas como el mildiu (Plasmopara viticola) y el oidio (Erysiphe necatrix) en las uvas.

Micotoxinas

Hay ciertas micotoxinas clasificadas como «emergentes» (fusaproliferina y moniliformina), que se han encontrado en maíz y las beauvericina y enniatinas, que conviven con las “tradicionales”. Se necesita saber en que cuantía se da esta concurrencia y sus posibles efectos sinérgicos.

Otros

El documento cita la “Platisfera”, como microecosistema a vigilar, ya que las evidencias muestran que la comunidad microbiana colonizadora, o «plastisfera», que vive en torno a macro y microplásticos, puede albergar patógenos como Vibrio parahaemolyticus, especies bacterianas productoras de biopelículas, bacterias resistentes a los antimicrobianos, etc…