La ACSA ha publicado los resultados de la Evaluación del Riesgo de Cromo para la salud humana debido a la ingesta de este metal presente en los alimentos, concluyendo que la ingesta de cromo a través de la dieta no representa un riesgo para la salud humana.

Datos en alimentos y agua

Para realizar esta Evaluación, la ACSA ha analizado la concentración de Cromo total en muestras de alimentos y agua. Por grupos, los niveles más elevados han sido encontrados en los aceites y grasas, seguidos de la bollería. En concreto, los alimentos que presentan los valores más altos son el aceite de girasol, con 2,19 μg/g de peso fresco, y las magdalenas, con 1,48 μg/g de peso fresco.

Por otra parte, la concentración de Cromo en el agua de consumo humano en la ciudad de Barcelona es inferior a 5 µg/l. De cualquier forma, no hay establecido ningún contenido máximo en los alimentos, y en el agua de consumo humano se ha fijado un contenido máximo de 50 µg/l.

Datos toxicológicos

La EFSA estableció una ingesta diaria tolerable de 300 µg de cromo total/kg de peso corporal, a partir de estudios de toxicidad crónica en los que no se encontró ningún efecto adverso en las dosis estudiadas (EFSA, 2013).

El Cr VI, contaminante de origen industrial, es carcinógeno por vía oral y, aunque la mayor parte se convierte a Cr III en el estómago, no se puede descartar que una parte pequeña pase al intestino y se absorba. La EFSA ha establecido una dosis de referencia (BMDL10) de 1 mg de Cr VI /kg de peso corporal/día por los efectos carcinógenos sobre el intestino.

Por tanto, tanto la IARC como la EPA han establecido que el Cr VI es cancerígeno en seres humanos.

Evaluación del Riesgo

Teniendo en cuenta el consumo diario de los alimentos analizados y su contenido en Cromo total, la Agencia Catalana ha estimado la ingesta de Cromo para los diferentes grupos de población, resultando la mayor ingesta en el grupo de población infantil (29,63 μg/kg/día) y la menor en los hombres y mujeres mayores de 65 años (10,09 μg/kg/día y 9,24 μg/kg/día, respectivamente). Las aportaciones más significativas provienen del pan y cereales, con 237,3 μg/día, y de la carne y derivados, con 134,6 μg/día.

En el mejor escenario, suponiendo que todo el Cromo de los alimentos es Cr III, la ingesta de todos los grupos de población es inferior a la ingesta diaria tolerable, de 300 µg/kg por día, establecida por la EFSA.

En el peor de los escenarios, suponiendo que todo el cromo es Cr IV, estas ingestas están por debajo de los valores de seguridad establecidos por la EFSA (1mg/kg/día).

Estudio de Dieta Total ACSA – Cromo en alimentos