La Agencia de Seguridad Alimentaria británica (FSA) ha publicado un estudio sobre el comportamiento de las dioxinas en los seres vivos y sobre la extrapolación de los datos de estudios realizados en animales a los humanos.

Las dioxinas son contaminantes ambientales bioacumulables (presentes sobre todo en alimentos que contienen grasa) que activan los receptores aril-hidrocarbonos (AhRs en sus siglas inglesas) en los animales y humanos.

Se han evaluado algunos compuestos similares a las dioxinas y se ha observado que tienen actividades potenciales muy diferentes sobre las AhRs según las especies animales. Por lo tanto, una primera conclusión obtenida es que no siempre es posible predecir la actividad en seres humanos de los datos de toxicidad de estudios realizados in vitro (o en rata in vivo).

Los estudios han demostrado que incluso la más mínima diferencia en la estructura química de un compuesto puede alterar de manera significativa no sólo la potencialidad del compuesto, sino también su potencial antagonista según los diferentes AhRs en los que actúa.

En términos de diferencias de especies entre ratas y humanos, se ha estimado en una reducción de al menos 15 veces el nivel de la potencia de estos compuestos necesaria para activar AhRs humanos. Por ejemplo, en este estudio, se observó que el compuesto 5F 203, es significativamente mucho más potente en humanos (igual a TCDD) que en ratas.

Estudio de la FSA