El Centro Común de Investigación (JRC) ha publicado un informe científico en el que identifica lagunas de conocimiento sobre la sostenibilidad y el impacto de los plásticos en los alimentos, y emite recomendaciones realizadas por un grupo de expertos internacionales en dicha materia.

Beneficios vs Riesgos

Los beneficios de los plásticos en la sociedad son incuestionables, sobre todo, en la cadena alimenticia, pero existe una necesidad urgente de gestionar de manera eficaz su producción y eliminación. La Estrategia Europea para Plásticos en una Economía Circular recientemente adoptada (CE 2018) enfatizó la necesidad de abordar los desafíos relacionados con los plásticos con un enfoque en el desperdicio y la basura generada de plásticos, tanto de micro como de nanoplásticos.

Evidencia científica

Se han detectado microplásticos principalmente en el medio marino, en agua dulce, suelo y aire, y, en consecuencia, se ha evidenciado su transmisión y presencia en los productos alimenticios. Aunque los nanoplásticos aún no se han detectado, se asume que también están presentes en el medio ambiente.

La solución a este problema emergente se solventa con futuras necesidades de investigación y acciones inmediatas que se tomarán para llevar a cabo las iniciativas sociales y políticas necesarias. Se requiere un enfoque amplio y sistemático para lograr acciones y soluciones sostenibles a lo largo de toda la cadena de suministro alimentaria a nivel mundial.

Lagunas de conocimiento

Sin embargo, a pesar de que hay muchos de proyectos europeos de investigación para hacer frente al problema del exceso de plástico, aún faltan métodos analíticos adecuados y validados para la detección y cuantificación de micro y nanoplásticos.

También hay falta de datos sobre los peligros y su exposición para poder llevar a cabo su evaluación de riesgos.

Recomendaciones

El JRC, en estrecha colaboración con agencias europeas como ECHA y EFSA, invitará a expertos relacionados con la evaluación de riesgos de micro y nanoplásticos para discutir los desafíos y las metodologías de evaluación, así como los datos que se necesitan para la evaluación de la exposición alimentaria y los efectos sobre la salud humana y animal.

Una vez que esos métodos y datos estén disponibles también será posible incluir una evaluación ambiental de los impactos ambientales de la basura generada por el plástico en el medio ambiente, acuático y terrestre, cubriendo así todo su ciclo de vida.