La Agencia Nacional sueca de Alimentación (NFA) ha recomendado medidas de gestión del riesgo de las sustancias perfluoroalquiladas (PFAs), con el fin de reducir la exposición de la población a dichas sustancias, fundamentalmente en agua de bebida y en pescado.

La dieta es la principal fuente de exposición humana a PFAs, sustancias incluidas dentro de la categoría de Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs). Al no existir límites legales de PFAs en alimentos ni en agua de bebida, la Agencia sueca ha establecido un límite de acción de 90 ng/l y un valor guía de 900 ng/l, basándose en la Ingesta Diaria Tolerable.

Agua de Bebida

La recomendación emitida por la NFA incluye la vigilancia regular del agua de bebida para detectar la presencia de 11 PFAs.  En función de los resultados obtenidos en esta vigilancia, las recomendaciones que emiten son las siguientes:

  • Concentración de PFAs entre 0 y 90 ng/l: no es necesaria ninguna acción, se puede seguir consumiendo agua de bebida.
  • Concentración de PFAs entre 90 y 900 ng/l: se puede continuar bebiendo agua, pero es necesario asegurarse de que la concentración disminuya lo antes posible, para lo que habrá que informar a las autoridades locales.
  • Concentración de PFAs mayor de 900 ng/l: se debe prohibir el agua de bebida y la preparación de alimentos, hasta que la concentración sea inferior a 900 ng/l.

Por otro lado, si la concentración de PFAs es superior a 90 ng/l, se deberá realizar una evaluación del riesgo e investigar la procedencia de la contaminación. En este sentido, el patrón de PFAs puede proveer información sobre el origen de la contaminación.

Pescado

En el caso del pescado, la recomendación se centra en la vigilancia de la concentración de los sulfonatos de perfluorooctano (PFOs) en aguas donde se sospeche su contaminación. Se actuará en consecuencia de la concentración detectada, bien advirtiendo sobre los riesgos del consumo de pescado, bien prohibiendo su consumo.

Evaluación del Riesgo de EFSA

En el año 2012, la EFSA emitió un informe en el que recopilaba 54.195 resultados analíticos de PFAs procedentes de 13 países europeos recogidos durante el periodo 2006-2012. Los niveles encontrados en alimentos fueron muy bajos, por lo que EFSA concluyó que es altamente improbable que la exposición a través de la dieta de PFAs exceda los valores de referencia toxicológicos.

Actualmente, en el marco del Panel de Contaminantes de la Cadena Alimentaria, hay un grupo de trabajo realizando una nueva evaluación sobre los PFAs en los alimentos.