El Instituto holandés para la Salud Púbica y el Medio Ambiente (RIVM) ha elaborado un perfil del riesgo de los virus que pueden transmitirse al ser humano a través de los alimentos, para lo que ha recopilado toda la información disponible sobre tres tipos de virus alimentarios:

En el informe se recopilan los factores que aumentan la probabilidad de que los alimentos se contaminen por virus, concretándose los siguientes factores de riesgo:

  • Frutas y verduras: el tipo de agua de riego utilizada y, por otro lado, la posibilidad de contaminación cruzada a través de las manos de los operadores o de los utensilios utilizados.
  • Mariscos: la presencia de virus en las aguas y la forma de conservación de los mariscos hasta su consumo.
  • Cerdo: el número de cerdos infectados por virus en el momento del sacrificio. Si la infección en los animales por el virus se ha producido meses antes del sacrificio, es muy probable que los cerdos se recuperen y, por lo tanto, el riesgo para la salud del consumidor sería muy bajo.

En el caso de los productos que se consumen crudos, al no existir tratamiento térmico, los virus no se inactivan por el calor, como es el caso de las frutas o algunos mariscos.

Por último, en el perfil de riesgo de los virus, se identifica una incertidumbre importante, ya que existen grandes diferencias en la metodología para detectar virus en alimentos, lo que hace muy difícil obtener una estimación fiable de la cantidad de virus presentes en los productos alimenticios. Esta información es vital para poder estimar el riesgo para la salud, por lo que en este informe se recomienda mejorar los métodos que permiten una determinación de virus en alimentos más exacta.

Perfil del Riesgo