La Agencia de Seguridad Alimentaria Australiana y Neozelandesa (FSANZ) ha publicado un estudio sobre pasteurización como método de reducción de patógenos en leche y derivados lácteos. Entre estas observaciones nos encontramos que la pasteurización destruye las células vegetativas de la mayoría de los patógenos más significativos, habiendo salvedades como algunas formas de resistencia, como las esporas, y toxinas, que no son degradadas por el proceso.

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