La EFSA y la ECDC han publicado su informe anual sobre resistencias a antimicrobianos durante 2015.

Principales conclusiones del estudio:

"Como en años anteriores, la resistencia antimicrobiana en Europa muestra amplias variaciones entre regiones"

A grandes rasgos, existe un gradiente de menor a mayor resistencia según nos desplazamos de norte a sur y de oeste a este.

Estas diferencias están muy probablemente relacionadas con los criterios de prescripción de antimicrobianos, profilaxis y tratamiento de infecciones, y su utilización en atención sanitaria.

"Bacterias Gram Negativas: Resistencias en aumento"

El informe destaca la especialmente preocupante situación de estas bacterias, dado su alta prevalencia, en muchos casos incluso, en aumento.

"Cefalosporinas de tercera generación: Aumentos de resistencias en E. coli y K. pneumoniae"

En los últimos cuatro años, el aumento de resistencia a las cefalosporinas de tercera generación en E. coli y K. pneumoniae, ha sido significativo en Europa.

Esta resistencia a las cefalosporinas de tercera generación, en muchos casos viene acompañada de resistencia a las fluoroquinolonas y a los aminoglucósidos.  Esta multiresistencia ha ido en aumento también en estos últimos 4 años.

El aumento de las resistencias a estos antibióticos, puede hacer que se incremente el uso de otros antibióticos como las carbapenémicos (con el consiguiente posible aumento también, de las resistencias a estos antibióticos).

"Antibióticos carbapenémicos: Multiresistencias"

La resistencia a estos antibióticos es de un 8,1% en K. pneumoniae y de un 0,1% entre los habitantes europeos. Dependiendo de la región, la diferencia entre los niveles de resistencia puede variar de un 61,9% a menos de un 1% en el caso de la K. pneumoniae. También hay que destacar que, en estos últimos cuatro años esta última bacteria, ha experimentado un aumento significativo de las resistencias a antibióticos carbapanémicos.

Con unas pocas excepciones, los países que padecían multiresistencia a fluoroquinolonas, aminoglucósidos y cefalosporinas de tercera generación, también presentaban las mayores tasas de resistencia a los antibióticos carbapenémicos.

La mayor tasa de resistencia a este tipo de antibióticos se identificó para Acinetobacter spp. en países del sur y del sur-este de Europa, además de en los países Bálticos donde llego a tasa de un 80% en 2015.

Para tratar las infecciones resistentes a los carbapenémicos, se utiliza otros antibióticos menos eficaces como la colistina.

La continua expansión de las Enterobacterias Productoras de Carbapenemasas (EPC), sobre todo las K. pneumoniae, representan un serio problema para los hospitales europeos.

"MRSA - S. aureus resistentes a la meticilina -: resistencia a la baja"

Las tasas de resistencia siguen una tendencia a la baja mantenida durante estos últimos cuatro años, del 18,8% en 2012 al 16,8% en 2015.