La EFSA ha revisado los Límites Máximos de Residuos (LMR) actualmente establecidos a nivel europeo para los compuestos de cobre, utilizados como principio activo en productos fitosanitarios. Para ello, ha cuantificado la presencia de residuos de compuestos de cobre en plantas, productos procesados, cultivos y ganado, además del agua de consumo.

Teniendo en cuenta todas estas fuentes de exposición, y que el cobre también es un elemento presente de forma natural en el medio ambiente, se ha realizado una Evaluación del Riesgos y se han propuestos nuevos LMRs para algunos cultivos.

EFSA ha identificado las principales vías de exposición y ha valorado varias medidas para su reducción. Según esto, los alimentos en los que podrían implementarse medidas eficientes de reducción del riesgo son la lechuga (8,2% de la Ingesta Diaria Admisible -IDA-), los tomates (5,1% del IDA), las uvas de vino (3% del IDA) y las patatas (3,6% del IDA). Para las patatas, se ha propuesto un LMR más restrictivo, mientras que para la lechuga, los tomates y las uvas de vino, siguen vigentes las Buenas Prácticas Agrícolas actuales.

La Evaluación del Riesgo realizada identificó un posible riesgo crónico para algunas personas consumidoras, aunque la falta de cierta información relevante hace que esta evaluación sea únicamente indicativa y las propuestas de LMR derivadas aún requieren una mayor consideración por parte de los gestores de riesgo. En concreto, cierto grupo de la población (dieta B del grupo OMS) presentaba una exposición crónica de un 109% de la IDA. Para todas las demás dietas, la exposición resultó por debajo de la IDA, oscilando entre el 14% y el 86% de la IDA.