Secuenciación del genoma completo en investigación de brotes alimentarios
La Comisión Europea ha publicado el Reglamento de Ejecución 2025/179 relativo a la recogida y transmisión de datos analíticos moleculares en el marco de las investigaciones epidemiológicas de brotes de enfermedades transmitidas por alimentos. Este nuevo Reglamento pretende facilitar la investigación de brotes alimentarios, permitiendo la identificación de la causa del brote de manera rápida y fiable, así como la adopción de medidas de control eficaces en una etapa temprana.
La secuenciación del genoma completo es una herramienta muy útil en la investigación de brotes de enfermedades de transmisión alimentaria, ya que la obtención de la composición genética completa de una bacteria permite comparar las bacterias aisladas en personas enfermas con las bacterias aisladas de los alimentos, animales y piensos y determinar si estos han sido la fuente de la enfermedad.
El nuevo Reglamento publicado por la Comisión pretende mejorar la detección y respuesta a brotes de enfermedades de transmisión alimentaria mediante la recogida y secuenciación del genoma completo de aislados de microrganismos patógenos, ayudando a una rápida identificación de las fuentes de contaminación y facilitando la cooperación entre diferentes autoridades y sectores.
El Reglamento es de aplicación para los brotes de enfermedades de transmisión alimentaria en los que se han visto implicadas las siguientes bacterias: Salmonella enteritidis, Listeria monocytogenes, Escherichia coli, Campylobacter jejuni y Campylobacter coli. Para ello, en los citados brotes de enfermedades de transmisión alimentaria, los Estados miembros deberán recoger aislados de las bacterias provenientes de alimentos, animales, piensos y del entorno asociado, realizar la secuenciación del genoma completo de estas cepas en laboratorios oficiales acreditados y transmitir los resultados de la secuenciación a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Los Estados miembros y la EFSA disponen de dieciocho meses desde la entrada en vigor del Reglamento para adaptarse a los nuevos requisitos, que posibilitarán contar con herramientas que permitan identificar la causa del brote de manera rápida y fiable y aplicar medidas de control en una etapa temprana, minimizando el riesgo de retirada innecesarias.