La EFSA ha publicado una nueva revisión de la evaluación de seguridad realizada en 2016 en torno al dióxido de azufre (E 220), sulfito de sodio (E 221), bisulfito de sodio (E 222), metabisulfito de sodio (E 223), metabisulfito de potasio (E 224), sulfito de calcio (E 226), bisulfito de calcio (E 227) y potasio bisulfito (E 228).

Estos compuestos azufrados son utilizados como conservantes y antioxidantes en una gran variedad de productos alimenticios que incluyen frutas y verduras secas, productos a base de patata, cerveza y bebidas de malta, vino y zumos de frutas, entre otros. También se pueden utilizar para detener la fermentación en curso durante el proceso de vinificación.

En la última evaluación de la EFSA en 2016, se estimó una IDA provisional de 0,7 mg equivalentes SO2/kg peso corporal día.

Con los datos de exposición recabados estos años, el panel de expertos de la EFSA concluye que no se han resuelto las principales incertidumbres que rodeaban esta evaluación.

A la vista de que los datos de toxicidad existentes son insuficientes para mantener esta IDA temporal, han resuelto dejarla sin efecto y adoptar un enfoque centrado en el MOE (Margen de exposición) para reevaluar el escenario actual.

botella vino

Así, después de realizar los cálculos de exposición con este nuevo enfoque, se estima que el grupo de edad de los adolescentes exceden potencialmente los niveles de seguridad

A raíz de esta nueva opinión de la EFSA, la Comisión Europea y los Estados miembros, han tomado el compromiso de revisar el uso de estos compuestos en alimentación para garantizar su seguridad.

Por otro lado, el Panel encargado de esta nueva revisión, advierte de que los límites máximos para el arsénico, el plomo y el mercurio deberían revisarse, y que debería introducirse un límite máximo para el cadmio.