El Instituto alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) ha llevado a cabo un estudio sobre la transferencia de Aflatoxinas a la leche, huevos, carne y vísceras, como consecuencia de la reciente detección de un ligero aumento de la concentración de Aflatoxina M1 en leche de vaca en los controles rutinarios de una empresa láctea. El estudio concluye que si los límites son ligeramente excedidos y por cortos periodos de tiempo, es poco probable que a través de estos productos se puedan dar riesgos para la salud del consumidor ni de los animales.

La presencia de Aflatoxina M1 en leche puede hacer pensar en un aumento de los niveles de Aflatoxinas en la alimentación que están recibiendo los animales, ya que estas Aflatoxinas pueden ser metabolizadas en el hígado y aparecer como Aflatoxina M1 en la leche entre otros metabolitos.

En el estudio se han estimado las concentraciones de Aflatoxina M1 en leche en varios supuestos de concentración de Aflatoxina B1 en maíz forrajero, concluyendo que, la leche de vacas de alto rendimiento podría exceder el límite máximo fijado por Europa, si el contenido de maíz contaminado es el 40% de la alimentación y la tasa de transferencia de 0,1%.

El BfR también ha estimado si la carne, los huevos y las vísceras pudieran mostrar un aumento de la concentración de Aflatoxina, concluyendo que es poco probable un riesgo para la salud de los consumidores a través del consumo de estos productos, incluso cuando los animales sean alimentados con forraje que contenga elevadas concentraciones de Aflatoxina.

Por último, el estudio también analiza los posibles efectos crónicos para la salud de los animales, y concluye que es poco probable que un nivel de 200 µg de aflatoxina por kg de forraje tenga un impacto en la salud de los animales.

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