El Instituto alemán de Evaluación del Riesgos (BfR) recomienda que se apliquen estrictamente las normas de higiene en la cocina a la hora de preparar y almacenar los melones. Asimismo, recomienda a los grupos de la población más sensibles, como mujeres embarazadas, niños pequeños, ancianos y personas enfermas, que extremen las medidas de seguridad y se abstengan de comer melones cortados que hayan sido almacenados a temperatura ambiente durante varias horas.

Los melones pueden estar contaminados con agentes patógenos como Salmonella, Listeria y Escherichia coli Entehemorrágica (EHEC) durante la producción, el transporte o el almacenamiento. Cuando los melones se cortan, las bacterias pueden ser transferidas de la piel a la carne. Además, la carne puede contaminarse con gérmenes patógenos a través de las manos o de los utensilios de cocina sucios (cuchillos y tablas de cortar), por lo que pueden multiplicarse de forma relativamente rápida en la carne de la fruta, ya que su acidez es baja. Por este motivo, para protegerse contra las infecciones, los consumidores deben comer rápidamente los melones que han sido precortados o consumir los melones refrigerados.

Las normas de higiene a seguir implican el lavado de manos y el uso de cuchillos y tablas de cortar limpias, para evitar la contaminación cruzada. Estas reglas se deben aplican igualmente en la preparación de los melones en las tiendas minoristas de alimentos, en los hogares y en las instituciones comunitarias y demás establecimientos de hostelería como restaurantes.

Asimismo, el BfR recomienda a las tiendas de alimentos al por menor y a los restaurantes y cafeterías cortar los melones sólo en pequeñas cantidad, que pueden ser vendidos o servidos a los clientes dentro de las siguientes dos horas.

Riesgo patógenos en melones-BfR