El uso de ciertos antimicrobianos en los animales y en los seres humanos se asocia con la resistencia antimicrobiana en bacterias, tanto en animales como en seres humanos.

Algunos ejemplos de bacterias resistentes a medicamentos comunes son:

  • Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM)
  • Enterococos resistentes a la vancomicina (VRE)
  • Enterobacterias productoras de β-Lactamasas (Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae)
  • Pseudomona aeruginosa multiresistente
  • Clostridium difficile

En este sentido, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han publicado conjuntamente los resultados del primer análisis de este tipo realizado sobre la aparición de resistencia a los antibióticos en las bacterias de los seres humanos y de los animales productores de alimentos en Europa. Para ello, se han utilizando datos de los años 2011 y 2012 disponibles a partir de sus cinco redes de vigilancia de la UE.

Entre los datos que arroja el análisis, destacamos:

  1. El consumo de antimicrobianos utilizados ampliamente en la cría de animales fue mayor en los animales que en los seres humanos, mientras que el consumo de antimicrobianos de importancia crítica para medicina humana (como las fluoroquinolonas y cefalosporinas de tercera y cuarta generación) fue mayor en los seres humanos.
  2. Se observaron asociaciones positivas entre el consumo y la resistencia a medicamentos para la mayoría de las combinaciones investigadas, tanto en animales como en seres humanos.
  3. En algunos casos se encontró una asociación positiva entre el consumo de antimicrobianos en animales y la resistencia en las bacterias de los seres humanos, aunque estos resultados deben ser interpretados con cautela debido a las limitaciones de los datos con los que se cuenta y la complejidad del fenómeno de la resistencia antimicrobiana.

Precisamente, el informe insiste en las limitaciones de los datos utilizados para el análisis, ya que tanto las bases de datos utilizadas, como la selección de las muestras y las metodologías usadas para las pruebas de sensibilidad no están totalmente estandarizadas. Por otro lado, en los datos sobre el consumo de antimicrobianos las unidades de medida difieren.

Otros datos que se extraen del estudio son:

  • En quince de veintiséis países, el consumo de antimicrobianos promedio fue menor o mucho menor en los animales productores de alimentos que en los humanos; en tres países el consumo fue similar en los dos grupos, y en ocho países el consumo de animales productores de alimentos fue mayor o mucho más alto que en los seres humanos.
  • En la mayoría de países, el consumo de las fluoroquinolonas fue mayor en seres humanos que en animales.
  • En todos los países, el consumo de cefalosporinas de tercera y cuarta generación fue mucho mayor en humanos que en animales productores de alimentos.

Este es el primero de varios análisis que prevén realizar las citadas organizaciones.

Acceso al informe "Análisis del uso de antimicrobianos y de resitencias antimicrobinas en humanos y animales productores de alimentos en la UE" – ECDC/EFSA/EMA

Más información sobre la resistencia antimicrobiana: