Actualmente, los valores máximos de vitamina A legislados y utilizados en la UE en la nutrición animal no suponen un riesgo para los animales a los que van destinados, tanto en especies destinados a la producción de alimentos como para los animales de compañía.

Por otra parte, y según los estudios realizados, el hígado de los animales de abasto es el único alimento cuyo consumo podría suponer un riesgo para los consumidores de mayor edad de alimentos de origen animal. La acumulación de la vitamina A en esa víscera y el posible exceso de ingesta podrían conllevar la aparición de problemas óseos.

Con el fin de reducir este riesgo, y a sabiendas de que no se puede eliminar del todo, la EFSA ha propuesto unos nuevos niveles de uso de la vitamina A en la alimentación animal:

  • Porcino: para lechones, 16.000 IU/kg pienso completo, cerdos de engorde, 6.500 IU/kg pienso completo y cerdas, 12.000 IU/kg pienso completo.
  • Aves de corral: pollos (incluyendo todas las especies avícolas menores) en los primeros 14 días de vida y en pavos durante los primeros 28 días de vida, 20.000 IU/kg pienso completo. Resto de aves (de engorde, de puesta y reproductoras), 10.000 IU/kg pienso completo.
  • Reemplazantes lácteos para mamíferos: 25.000 IU/kg.
  • Terneros para reproducción durante los primeros 4 meses de vida, corderos y cabritos para reproducción en los 2 primeros meses de vida, 16.000 IU/kg pienso completo. Vacuno, ovino y caprino para engorde, 10.000 IU/kg pienso completo.
  • Vacas lecheras: 200.000 IU vitamina A/vaca y día.
  • Conejos, caballos, salmónidos y mascotas: no se propone dosis máxima.

Según la agencia europea, la posibilidad de que hubiera otras rutas de administración de la vitamina A (por ejemplo en el agua de bebida) aumentaría el riesgo para los consumidores.

Por último, EFSA estima que el uso de la vitamina A en la nutrición animal en las dosis propuestas no conlleva ningún riesgo para el medio ambiente.

Opinión científica de la EFSA