Un equipo de investigación del Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos (BfR), dedicado al estudio de los posibles efectos de las partículas de plástico en la salud, ha publicado un informe científico sobre la interacción de los nano y microplásticos con las células humanas.

Las partículas de plástico son liberadas al medio ambiente debido a la degradación de diversos materiales poliméricos, `pudiendo ser inhaladas o ingeridas mediante bebidas y alimentos.

Según las evidencias actuales, se considera que los microplásticos presentan un riesgo comparativamente bajo para la salud humana (no así los nanoplásticos). Con un tamaño de entre un micrómetro y cinco milímetros, los microplásticos son demasiado «voluminosos» para ser absorbido por las células humanas de manera significativa, siendo excretados en su mayoría.

Sin embargo, la situación con partículas más pequeñas, como los submicro y nanoplásticos (partículas de entre 1 y 1000 nanómetros) es diferente. Dado su ínfimo tamaño, son difíciles de detectar incluso por las técnicas microscópicas actuales, por lo que no se sabe con certeza en qué cantidades pueden ser absorbidas por el cuerpo humano.

Los investigadores del BfR han estudiado la absorción en células del intestinales y hepáticas de varios tipos de plásticos, utilizados en vajillas y cubiertos de plástico o en envases de alimentos.

Resultados

La absorción depende del tamaño de la partícula (a menor tamaño mayor absorción), pero también del tipo de partícula. Las células del intestino delgado, como barrera natural entre el contenido de la luz intestinal y el organismo, se mostraron bastante impermeables. Los microplásticos solo se «filtraron» en la célula en pequeña medida.

No así con las partículas aún más pequeñas (en el rango submicrométrico), que han sido detectadas en mayor cantidad en las células intestinales y hepáticas. Estas partículas se adhirieron directamente a la membrana celular o quedaron atrapadas en pequeñas vesículas en la membrana celular, en un proceso conocido como endocitosis.

Aún no está claro si esta interacción particula-célula puede alterar el metabolismo normal de la célula. Las partículas de plástico también podrían transportar sustancias potencialmente dañinas e introducirlas en la célula como un «Caballo de Troya».

Otro de los aspectos que mayor interés despiertan son los posibles efectos inflamatorios que pueden desencadenar estas partículas, algo que hasta la fecha no ha sido bien estudiado y que el BfR pretende dilucidar en futuros estudios.