Después del primer informe de la OMS en 2019 sobre el impacto del agua de consumo en la exposición a microplásticos, llega este segundo informe donde se detallan las evidencias científicas recabadas hasta finales del 2021, sobre los potenciales riesgos para la salud asociados con la exposición medioambiental a estos materiales, incluida la exposición a través de los alimentos, el agua y el aire.

Los nano y microplásticos (considerados como “Contaminante emergentes”) están generando cada vez mayor preocupación pública, por lo que es acuciante responder (tanto para la comunidad científica como para la opinión pública) las incógnitas existentes en torno al impacto en la salud humana de la exposición a partículas micro y nanoplásticas, desde los propios monómeros hasta sus polímeros, pasando por los aditivos utilizados para su fabricación, los contaminantes químicos adsorbidos y los biofilms que se generan en torno a estas partículas y sus agregados.

Actualmente los estudios existentes en torno al contenido de microplásticos (MP) en alimentos son, en su mayoría, estudios cuantitativos de contenido tanto en pescado como en marisco, aunque también existen algunos otros, menos numerosos, en sal, cerveza, miel, leche, arroz y algas. Todos estos estudios presentan una gran variabilidad entre países y alimentos a estudio, y todavía existen muchos alimentos donde no se ha cuantificado la existencia de MP.

Dentro de los estudios dirigidos a cuantificar estas partículas en pescado, cabe destacar que son realizados analizando el contenido del tracto gástrico del pescado, que normalmente es eviscerado para su venta o antes de su cocinado. Esto hace que la mayoría de los estudios caractericen esta vía de exposición como “despreciable», aunque existen varios estudios que evidencian la existencia de MP en tejido muscular.

Por el contrario, la exposición mediante la ingesta de bivalvos, crustáceos y peces de pequeño tamaño, donde su consumo se realiza sin eviscerar, es de mayor relevancia.

En la siguiente tabla se lista la Ingesta diaria y anual estimada per cápita de microplásticos de algunos países

ingesta microplasticos

Como se puede observar en la tabla superior, con los datos existentes hasta la fecha, el pescado y marisco, representan la mayor vía de exposición a MP.

Un estudio citado en este informe de la OMS, cuantifica que la exposición dietética anual de las personas consumidoras europeas de moluscos varía entre 1.800 y 11.000 MP/año (para las personas con menor ingesta de moluscos y las consumidoras extremas, respectivamente).

Por otro lado, es cierto que los alimentos de esta tabla no son representativos de todos los alimentos que ingerimos, ya que los grupos de alimentos de los que existen datos son sólo el 25% de los grupos de alimentos que se ingieren normalmente al día.

El informe evidencia que se requieren más datos sobre otras categorías de alimentos que hasta la fecha, no han sido muestreadas, para poder realizar una valoración de la exposición representativa de la ingesta de MP en humanos.