El Comité Científico de la AESAN ha realizado una revisión de la evidencia científica existente sobre la relación entre los efectos directos e indirectos del cambio climático y el desarrollo de alergias alimentarias y concluye que el cambio climático global puede influir en la aparición de alergias alimentarias por distintos mecanismos.

Consecuencias del cambio climático

  1. El aumento constante de la temperatura global está provocando una floración más temprana y una mayor dispersión del polen en el aire durante mayor tiempo, lo que se traduce en una temporada más duradera en la cual los pacientes alérgicos al polen sufren síntomas, pero también un aumento en la prevalencia y la gravedad de los síntomas.
  2. El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y la polución en las ciudades aumentan la producción de alérgenos, alterando su concentración tanto en polen como en los alimentos de origen vegetal directamente.
  3. La necesidad de una mayor superficie cultivable está aumentando la ocupación de nuevos espacios naturales, provocando una reducción de la biodiversidad ambiental, así como de la disponibilidad de alimentos, lo que conlleva a una reducción del número de antígenos a los que está expuesto nuestro organismo, alterando nuestro sistema inmunitario y afectando su capacidad de tolerancia.
    Se ha observado que la reducción en la diversidad de alimentos en nuestra dieta, especialmente en las primeras etapas del desarrollo, se asocia con una mayor predisposición para desarrollar alergias alimentarias.
  1. La necesidad de aumentar la vida media de los alimentos y de su transporte a larga distancia para alimentar a una población cada vez más aumentada ha obligado a usar agentes químicos conservantes, y el uso de derivados del petróleo en los envases.
    Los restos de sustancias químicas presentes en los alimentos pueden provocar una absorción de estos productos en la mucosa intestinal, con un deterioro del microbioma intestinal, lo que favorece el desarrollo de alergias alimentarias. Es fundamental buscar agentes conservantes que garanticen alimentos saludables y seguros, sin que se viera perjudicada nuestra salud.
  1. El aumento del uso de productos derivados del petróleo ha generado partículas PM (Particulate Matter) y nanopartículas contaminantes de aguas y suelos, derivadas de la actividad humana o derivadas del proceso de degradación de envases y plásticos.
    Dichas partículas, aunque sean diferentes en su mecanismo de actuación, tienen efecto sobre las mucosas, activándolas y aumentando la probabilidad de padecer alguna enfermedad alérgica.

Recomendaciones

El Comité Científico de AESAN teniendo en cuenta las premisas anteriores, emite las siguientes recomendaciones:

  • Necesidad de trabajar conjuntamente para detener o reducir los cambios en el clima, no solo para salvar nuestro planeta, sino también para proteger nuestra salud. Las decisiones que tomemos hoy, incluidas nuestras acciones e inacciones individuales y colectivas, afectarán a toda la población a nivel mundial y a las generaciones futuras.
  • Corresponsabilidad de proteger a las personas que padecen enfermedades alérgicas y a la población en general, y de instar, tanto a la sociedad como a los organismos públicos, a que se reduzca el impacto del cambio climático en la salud pública.