Los expertos de la EFSA han revaluado el riesgo para la salud del Bisfenol A, adoptando la decisión de reducir 20.000 veces la IDT provisional vigente desde 2015.

El bisfenol A (BPA) es una sustancia química utilizada en la fabricación de plásticos y resinas y en los policarbonatos usados para hacer recipientes de alimentos, como botellas, platos y tazas.

También están presentes en las resinas epoxi utilizadas para hacer revestimientos protectores en recipientes de alimentos y bebidas, y en tintas de impresión térmica (tickets de la compra).

La evaluación realizada en 2015 (EFSA, 2015) contaba con innumerables incertidumbres, destacando la necesidad de datos adicionales sobre los efectos toxicológicos del BPA.

Estudios científicos recabados durante estos últimos años han mostrado como el sistema inmunitario es especialmente sensible al BPA, en concreto las células Th17, fundamentales en los mecanismos inmunológicos celulares y estrechamente relacionadas con el desarrollo de afecciones inflamatorias, incluida la autoinmunidad y la inflamación pulmonar.

Teniendo en cuenta los nuevos datos, los expertos de la EFSA han establecido una IDT de 0,2 nanogramos por kilogramo de peso corporal al día, en sustitución a la IDT temporal de 4 microgramos por kilogramo de peso corporal día, adoptado en 2015.

Con esta nueva IDT, la exposición alimentaria al bisfenol A (BPA) constituye un problema de salud para las personas consumidoras de todos los grupos de edad, excediendo en algunos casos, en 2 ó 3 órdenes de magnitud esta nueva IDT.

El bisfenol A en los alimentos constituye un riesgo para la salud

En virtud de la presente revaluación, la Comisión Europea y los Estados miembros deberán adoptar las medidas pertinentes de gestión del riesgo para minimizar la exposición a BPA por parte de la población europea.