La Agencia de Seguridad Alimentaria de Nueva Zelanda (NZFSA) ha realizado una revisión bibliográfica de los artículos científicos que abordan la relación entre consumo de leche cruda y algunas enfermedades alimentarias. El 52% de los artículos analizados consideraban la leche cruda como el vehículo más probable de infección, mientras que el 23% apuntaban a quesos elaborados con leche cruda como fuente más probable. La mayoría de los estudios relacionaban el consumo de esta leche y sus derivados con infecciones relacionadas con Campylobacter spp., seguido de Salmonella spp. y Listeria monocytogenes. La revisión concluye que, según los artículos revisados, existiría una moderada relación entre las infecciones por Campylobacter spp., E. coli spp., Salmonella spp. y L. monocytogenes, con el consumo de leche cruda o sus derivados. Este consumo también estaría relacionado, en menor medida, con las infecciones por Brucella spp..

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