Las Agencias de Seguridad Alimentaria de Finlandia y Suecia han realizado un estudio para EFSA con el objetivo de mejorar la capacidad para realizar clasificaciones de riesgos de los peligros químicos y microbiológicos presentes en los alimentos.

El estudio se desarrolló en tres fases:

1. Evaluación de riesgos químicos y microbiológicos

En esta fase se hicieron comparaciones entre peligros químicos y microbiológicos, así como una visión general de la evaluación de ambos tipos de riesgos. Para crear un marco común, se consideró que las clasificaciones debían expresarse en métricas de riesgo similares y basarse en conceptos similares.

2. Desarrollo de métodos para la clasificación de riesgos

En esta segunda fase se desarrollaron y se aplicaron métodos para la clasificación de riesgos, con un enfoque principal hacia los peligros químicos debido a la mayor diversidad de estudios sobre los efectos para la salud humana. La idea era obtener un «termómetro de riesgo» que introdujera de forma sistemática consideraciones de gravedad en el marco de las evaluaciones de riesgos químicos. Se desarrollaron principalmente 2 métodos:

  1. método para clasificar peligros químicos adaptado a los datos más recientes sobre efectos toxicológicos.
  2. modelo de exposición aplicable tanto para los peligros químicos como biológicos.

3. Organización de un taller internacional de clasificación de riesgos

Finalmente, se organizó un taller dirigido a agencias de Seguridad Alimentaria.que contó con 170 participantes, entre los cuales se encontraba ELIKA; la mayoría eran organismos de evaluación de riesgos, pero también estaban representada la gestión y la comunicación de riesgos. Las principales conclusiones obtenidas en el taller se detallan a continuación:

  • La clasificación de los riesgos aporta fundamentalmente un valor añadido a la gestión y a la comunicación de riesgos. Aunque la clasificación de riesgos debería basarse en los principios de la evaluación de riesgos, habría que tener en cuenta los aspectos relacionados con la gestión de los mismos.
  • Tanto la probabilidad como la gravedad de un efecto sobre la salud se consideraron factores relevantes para incorporar a la métrica utilizada en la clasificación de riesgos.
  • Muchos participantes consideran útil la categorización según la carga sanitaria (DALY), pero no hubo consenso sobre la métrica preferible.
  • Necesidad de un marco conjunto para los peligros químicos y microbiológicos. Ante la falta general de datos, se consideró importante hacer un uso eficiente de la información disponible tratando de que los métodos sean compatibles con diferentes conjuntos de evidencias.

Recomendaciones del estudio

Una de las principales conclusiones del estudio es que es necesario seguir desarrollando la clasificación de riesgos para apoyar el proceso de análisis de riesgos.

Por ello, se recomendaron las siguientes acciones:

  • Desarrollar iniciativas en el ámbito de la clasificación de riesgos para resolver las métricas comunes en los peligros químicos y microbiológicos.
  • Analizar y evaluar enfoques escalonados en la clasificación de riesgos.
  • Armonizar conceptos y métodos para la clasificación de riesgos químicos y microbiológicos. Tales esfuerzos e iniciativas pueden servir de punto de partida para la elaboración de un conjunto de herramientas (toolbox) de clasificación de riesgos.
  • Desarrollar de una guía general para la clasificación de riesgos que debe estar alineada con la guía de evaluación del riesgo frente al beneficio.
  • Aumentar el apoyo a las iniciativas de acceso e intercambio de datos y modelos.