Riesgos microbiológicos asociados al consumo de alimentos en mujeres embarazadas – AECOSAN 2014
Las mujeres embarazadas están consideradas como un grupo de especial riesgo ante las toxiinfecciones alimentarias, debido a la gravedad de las complicaciones que pueden sufrir.
Entre las enfermedades transmitidas por alimentos más importantes, destaca la listeriosis ya que, aunque poco frecuente, provoca alteraciones graves en el feto. Otra toxiinfección destacada en embarazadas es la provocada por el Toxoplasma gondii que puede producir una infección fetal grave. Otros patógenos que aunque con poca frecuencia, pueden afectar gravemente a la embarazada o al feto son Brucella spp., virus de la Hepatitis E, E. coli verotoxigénicos, Salmonella spp. y Campylobacter spp.
En el recientemente publicado informe de la AECOSAN sobre riesgos microbiológicos asociados al consumo de determinados alimentos por mujeres embarazadas, se realiza una amplia revisión de estos patógenos. Además, para la prevención de este tipo de enfermedades en embarazadas se detallan unas sencillas normas preventivas, así como un listado de alimentos a evitar por mujeres gestantes:
Alimentos que se deben evitar durante el embarazo
- Leche cruda
- Quesos elaborados con leche cruda
- Quesos de pasta blanda (Brie, Camembert)
- Quesos blancos y frescos, tipo Burgos, Villalón o quesos latinos, mozzarella y quesos azules
- Quesos rallados industriales y quesos loncheados, tanto industriales como en la charcutería
- Frutas y hortalizas crudas (incluyendo ensaladas envasadas y las consumidas fuera del hogar) que no se hayan lavado y desinfectado previamente
- Brotes crudos (alfalfa, soja…)
- Zumos sin pasteurizar
- Huevos no totalmente “cuajados”
- Alimentos que contengan huevo crudo, incluyendo salsas y mayonesas caseras, mousses, merengues y pasteles caseros, tiramisú, helados caseros y ponches de huevo
- Carne cruda, carne “al punto” o poco hecha
- Carne ahumada o marinada que no vaya a ser cocinada posteriormente
- Productos cárnicos crudos curados, tales como embutidos y productos de charcutería (chorizo, salchichón, salami…), jamón curado, etc. Otros fiambres loncheados
- Patés refrigerados
- Pescado crudo, presente en comidas tipo sushi, sashimi y ceviche
- Pescado ahumado refrigerado o marinado que no vaya a ser cocinado posteriormente
- Moluscos bivalvos crudos o poco cocinados: ostras, mejillones, etc
- Sándwiches envasados y otros alimentos preparados que contengan vegetales, huevo, carne, fiambres, pescado y derivados
- Las comidas precocinadas y las aves listas para el consumo no deben consumirse frías. Si se incluyen estos alimentos en la dieta, sólo deben ingerirse si se han calentado a más de 75 ºC
Normas básicas de manipulación higiénica de los alimentos
- Asegurar la cocción completa de los alimentos en el hogar
- Los alimentos cocinados deben guardarse en el refrigerador en un compartimento aparte, separados de los quesos y los alimentos crudos. Los alimentos se deben guardar el menor tiempo posible y, en el caso de los productos comerciales, hay que respetar la fecha de caducidad de las etiquetas
- Debe asegurarse que el refrigerador mantiene la temperatura correcta (4 ºC o menor)
- Se deben lavar y desinfectar bien las frutas y hortalizas
- Cuando se utilice un horno microondas, los usuarios deben prestar atención a las instrucciones del fabricante para asegurar una temperatura uniforme en los alimentos
- Deben descartarse los alimentos sobrantes recalentados
- Deben lavarse las manos con jabón y agua caliente antes y después de manipular los alimentos, tras contactar con cualquier material sucio (residuos, animales), y especialmente después de usar el cuarto de baño y tras cualquier contacto con material contaminado con heces (pañales, ropa interior…)
- Las manos, las superficies y los utensilios de cocinado utilizados se deben lavar a fondo después de manipular carne, aves de corral, pescados, frutas y vegetales no lavados y cualquier otro alimento crudo
- Se debe retirar la corteza de todos los quesos