La EFSA ha realizado una recopilación y evaluación de pruebas científicas que podrían utilizarse para establecer un nivel máximo de ingesta (UL) de manganeso (Mn). Aunque los estudios experimentales en animales asocian la ingesta de elevados niveles de Mn con efectos neurológicos adversos, la información disponible sobre estudios en personas es escasa para poder extraer conclusiones.

Se realizaron dos revisiones sistemáticas para evaluar la relación entre la exposición oral elevada al manganeso y los efectos neurológicos tanto en personas como en animales mamíferos. Para ello, se examinaron 14.471 registros, lo que dio lugar, tras el cribado, a la inclusión de 49 estudios en personas y 63 estudios en animales.

Debido a la falta de estudios en personas y animales que abordaran los mismos resultados de forma comparable, se consideró que las pruebas eran demasiado escasas para realizar metaanálisis dada la gran heterogeneidad en el diseño de los estudios.

Efectos en personas

Muchos de los estudios en adultos examinaban el estado de los nutrientes en relación con la depresión y enfermedades neurológicas como el Parkinson, y no evaluaban la adversidad de la exposición al manganeso.

Sin embargo, varios estudios en niños mostraron una asociación adversa entre la exposición al manganeso del agua potable y el coeficiente intelectual (CI) en la población infantil, siendo del orden de 2 a 4 puntos menos el CI por cada aumento de 10 veces en las concentraciones de manganeso en el agua potable.

Efectos en animales

En general, los estudios experimentales en animales proporcionan pruebas relativamente sólidas de que la exposición al Mn a niveles muy superiores a la ingesta dietética normal puede tener efectos neurológicos adversos, en particular cuando la exposición se produce en las primeras etapas de la vida, pero también durante la edad adulta.

Aunque algunos de los estudios en animales incluidos en esta evaluación pueden servir de base para establecer un nivel superior de ingesta, y hay pruebas limitadas que sugieren que la absorción, distribución, metabolismo y excreción en roedores difiere de la de las personas, la extrapolación de animales a personas está sujeta a una incertidumbre considerable.

Conclusiones

Los informes de casos en personas proporcionan algún apoyo adicional a los efectos adversos sobre las funciones neurológicas comparables a los reportados en estudios con animales. Sin embargo, la falta de estudios que examinen la asociación entre la exposición durante periodos sensibles, como el embarazo y la lactancia, es una laguna importante en los datos.