EUROPOL e INTERPOL han publicado los resultados de la operación OPSON VII  contribuyendo a la Red de Fraude Alimentario de la UE, con el fin de detectar el uso fraudulento de atún destinado a la conserva para venta en fresco.

La justicia, policía, aduanas y expertos en alimentos se han movilizado para investigar y garantizar el éxito de esta operación en la que 11 países (España, Italia, Francia, Alemania, Portugal, Países Bajos, Reino Unido, Hungría, Liechtenstein, Noruega y Suiza) estaban involucrados. En algunos países se llevaron a cabo investigaciones en embarcaciones pesqueras y en plantas de procesamiento mientras en otros países se realizaron extensos planes de muestreo a nivel de distribución y venta al por menor. España y Francia están llevando a cabo investigaciones judiciales sobre el atún destinado a enlatado y vendido como fresco y sobre el uso ilegal de aditivos. En total, se han venido incautando más de 51 toneladas de atún en el último año en Europa.

El fraude consiste en tratar ilegalmente el atún destinado para conserva con sustancias que realzan el color y llevan a una impresión engañosa de su frescura. Dicho hecho, aparte de ser un fraude alimentario, puede representar un serio riesgo para la salud pública.

 Sustancias añadidas ilegalmente al atún

  1. La adición de nitritos como aditivos alimentarios en pescado y productos de la pesca no está autorizado. Además, el uso de nitritos procedentes de extractos vegetales no cumple con las especificaciones para los nitritos establecidas en el Reglamento (UE) 231/2012.
  2. La aplicación del gas de monóxido de carbono en los lomos de atún es un tratamiento para evitar la oxidación y la alteración resultante en el color de la carne. Puede enmascarar el deterioro manteniendo el rojo color del pescado fresco y puede ser potencialmente peligroso para el consumidor. El uso del monóxido de carbono como aditivo alimentario no está autorizado en el pescado fresco. Ahora que la acción legal se centra en el uso de extractos vegetales y nitritos, parece que algunas industrias inescrupulosas han vuelto al uso de monóxido de carbono para convertir ilegalmente el atún «marrón» en rojo.

Riesgo para la salud humana

La adición ilegal de sustancias en el atún fresco engaña a los consumidores al cambiar el color del atún y enmascarando la posible presencia de histamina por encima de los límites legales.

Las personas consumidoras probablemente piensen que el producto es fresco y de alta calidad debido a su agradable color «rosa» que le dan dichas sustancias, mientras que en realidad puede contener grandes cantidades de histamina (causada por el pescado en descomposición) que causa el síndrome escombroide en seres humanos, reacciones alérgicas severas. Además, los nitritos también pueden formar nitrosaminas, sustancias cancerígenas

Consejos a las personas consumidoras para evitar comprar atún tratado ilegalmente

  • Tener consciencia de obtener lo que se paga. Cuando los precios son demasiado atractivos debe prestarse especial atención a la calidad del producto adquirido. El color rojo del atún no es necesariamente una indicación de frescura. Si el pescado es un rojo brillante, de aspecto antinatural, puede haber sido tratado con extractos vegetales que contienen nitritos y/o altos niveles de antioxidantes.
  • Comprar pescado en tiendas y/o consumir en restaurantes de confianza puede ser una garantía de que la compra y/o consumo del atún es segura.