La EFSA ha publicado el informe científico final del proyecto de caracterización del riesgo de ciguatera en Europa, EuroCigua, donde se recogen todas las actividades llevadas a cabo durante los cuatro años de duración del proyecto, así como sus principales resultados y conclusiones.

EuroCigua incluye cuatro estudios y EFSA ha publicado un informe científico con los resultados de cada uno de ellos:

  1. Incidencia y Epidemiología, liderado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (CNE-ISCIII);
  2. Evaluación de las ciguatoxinas en productos de la pesca y el medio ambiente, liderado por el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA)
  3. Caracterización de las ciguatoxinas presentes en la UE incluyendo el desarrollo de materiales de referencia, liderado por la Universidad de Vigo (UVIGO).
  4. Gestión y Coordinación Científica, liderado por la AESAN.

Los resultados de los 4 estudios han permitido confirmar el riego emergente de ciguatera en la Unión Europea, identificándose peces ciguatóxicos autóctonos en Canarias y Madeira. Se ha confirmado además la presencia de la microalga dinoflagelada Gambierdiscus productora de ciguatoxinas (CTXs) en el mar mediterráneo, Chipre y Grecia y, por primera vez, en las Islas Baleares.

1. Incidencia y epidemiología de la ciguatera

Con el fin de estimar la incidencia y epidemiología de la ciguatera en Europa, se elaboró un protocolo para una vigilancia armonizada de ciguatera en la UE. Según este protocolo, alrededor de la mitad de los países de Europa han notificado casos de ciguatera.

Cuatro países notificaron 34 brotes y 209 casos entre 2012 y 2019:

  • España y Portugal notificaron brotes debidos al consumo de pescado capturado en las Islas Canarias y Madeira (brotes autóctonos).
  • Alemania y Francia informaron de brotes debidos al consumo de pescado importado de fuera de la UE (brotes importados).
  • España, Alemania y Francia notificaron brotes en viajeros a zonas endémicas tropicales (brotes relacionados con viajes).

Los casos y brotes de ciguatera presentaron síntomas neurológicos, y la mayoría de ellos también síntomas gastrointestinales. También se mencionaron algunos pocos casos de brotes con síntomas cardiovasculares.

Como resultado principal, la tasa de incidencia en la UE fue muy baja (0,0054 casos/ por 100.000 habitantes / año). Sin embargo, las Islas Canarias constituyen la zona que representa el mayor riesgo, con una tasa de incidencia de 0,47 casos / 100.000 habitantes / año.

2. Evaluación de las ciguatoxinas en productos de la pesca y el medio ambiente

Para poder analizar la presencia de ciguatoxinas en el medio ambiente, se estudiaron microalgas asociadas a la producción de CTX, así como el contenido de CTX en peces

Se evaluaron 104 cepas de microalgas y 1174 peces de 77 especies. Las áreas de muestreo incluyeron las Islas Canarias, Madeira e Islas Salvajes, Baleares, Chipre y Creta:

  • En Canarias los dinoflagelados del género Gambierdiscus y la toxicidad de la especie, particularmente excentricus, indican su potencial como fuente de compuestos similares a CTX. En cuanto a los peces, según los datos de toxicidad de CTX, existe una incidencia bastante alta de peces tóxicos (14% de un total de n = 746).
  • En las islas de Madeira y Salvajes, se detectó el género Gambierdiscus en ambas áreas y toxicidad en 42 peces de 128 muestras tomadas (33%).
  • En Chipre y Creta, se detectó una gran diversidad de Gambierdiscus y Fukuyoa con una toxicidad celular relativamente baja.
  • En Baleares, solo se han identificado Gambierdiscus australes y Fukuyoa paulensis. y ninguna muestra de pez analizada mostró toxicidad similar a CTX.

3. Caracterización de las ciguatoxinas presentes en la Unión Europea

Se han desarrollado métodos analíticos para la caracterización de las ciguatoxinas, identificándose la C-CTX-1 como principal responsable de la intoxicación en Canarias y Madeira. Además, se han elaborado materiales de referencia que permitirán, en un futuro, una mejora de las técnicas de detección de estas toxinas dentro de la red de laboratorios nacionales de referencia de biotoxinas marinas.

4. Coordinación Científica

La AESAN ha coordinado este proyecto en el que han participado catorce instituciones científicas procedentes de seis Estados miembros (España, Portugal, Francia, Alemania, Grecia y Chipre) formando así un consorcio, constituido como un equipo multidisciplinar de excelencia, integrado por expertos mundiales en el campo de las ciguatoxinas.

Perspectivas de futuro

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, detallados anteriormente, éstos sientan las bases para abordar una caracterización completa del riesgo de ciguatera en Europa. Con el fin de desarrollar herramientas predictivas sobre el riesgo de ciguatera, se deben realizar esfuerzos a través de enfoques de modelización sobre los siguientes temas.

  • La estacionalidad de la presencia de Gambierdiscus y Fukuyoa debe estudiarse más a fondo para comprender mejor un patrón de abundancia relacionado con las condiciones climáticas o la época del año. En un escenario de cambio climático, donde aumenta el número de días / semanas en los cuales la temperatura del agua de mar está por encima de un valor de referencia, los modelos pueden predecir el impacto que tendrá el cambio climático en las poblaciones de Gambierdiscus y Fukuyoa.
  • La selección de una especie presente en diferentes áreas geográficas, como Gambierdiscus australes, puede proporcionar pistas sobre patrones potenciales de crecimiento, abundancia y toxicidad, ayudando a comprender mejor los factores que pueden determinar las diferencias geográficas.
  • Los datos adicionales sobre la fisiología de las microalgas, que abordan específicamente las tasas de crecimiento de acuerdo con diferentes factores como la temperatura, la luz y la disponibilidad de nutrientes, pueden complementar los modelos en cuanto al potencial de síntesis de toxinas según las condiciones ambientales.
  • El riesgo toxicológico potencial según la abundancia y toxicidad de las microalgas puede evaluarse frente a la cantidad estimada de toxinas evaluadas en la comunidad de peces. Para ello, son de interés los peces sedentarios alimentados con microalgas, que pueden representar mejor la transferencia local y la bioacumulación de toxinas.